martes, octubre 25, 2011

Zopilotes municipales


Durante toda la semana pasada estuvo un funcionario municipal recogiendo información de los terrenos del Coco para apretarlos con un impuesto más desproporcionado que las nuevas multas de tránsito, la Municipalidad valora los terrenos de acuerdo a los posibles precios que los dueños sueñan con vender, aunque jamás en la vida se aparezca el Donald Trump que todos soñamos.
Si a mí se me ocurre por ejemplo pedir un millón de dólares por mi terreno de 300 metros cuadrados al lado de la quebrada Alcornoque, sin agua, ni luz y sin ningún servicio público, entonces la Municipalidad me tasa como si ya me lo están comprando. No importa si estoy volado de la jupa, lo que importa es chuparle a las playas toda la plata posible e imposible. Y de paso arrebatarle las concesiones a los que no pueden pagar.
Mientras el mae de la muni apuntaba y apuntaba y se frotaba las manos, las basuras y mierdas que deben ser recogidas al menos todos los lunes y todos los jueves, como mínimo dos veces por semana, simplemente la Municipalidad le resbala, cuando le da la gana no pasa un lunes, cuando le da la gana no pasa el jueves, y casi siempre le da la gana de no pasar ni el lunes ni el jueves, ni durante una o dos semanas, cuando hay luna llena no recogen basura, cuando llueve no recogen basura, cuando hace sol tampoco, cuando es fin de semana largo tampoco, cuando hay marea baja o marea alta tampoco envían el camión recolector, ni cuando hay brisa, ni cuando hay mucho viento. Pero eso no importa para seguir clavando a las playas con más impuestos, después de todo es en las playas donde hay billete.
La recolección de basura en el Coco, Hermosa y Ocotal debería ser un servicio diario de acuerdo a lo que la municipalidad cobra.
La Municipalidad de Carrillo sólo le gusta el chupe-chupe y todos los dineritos se los pasan por el c%"#% y les vale una mierda cómo se ven nuestras calles.
Sardinaleños y coqueños ya es hora de que nos pellizquemos y seamos nuestro propio cantón, dejemos que los zopilotes se queden en otro lado y en otras oficinas comiendo mierda. Aprendamos de Paquera, Lepanto y Cóbano!! Ya basta! Sardinal debe ser cantón y las playas que pagan los mayores impuestos merecen ser tratadas de la mejor manera, son nuestro trapito de dominguear.

martes, julio 26, 2011

Cantillo y la chispa adecuada


Hay que reconocer que el Alcalde Carlos Cantillo ha hecho lo que por cincuenta años nadie lo quiso intentar: la recuperación de la zona marítimo terrestre y hacer un bendito parque. La vaina es que todavía parece que hace las cosas a medias, pero algo es algo. Hoy, los coqueños somos más felices, basta arrimarse cualquier tarde al parque y uno siente como que todos andamos contentos, aunque los polacos nos estén sacando el culo apenas lleguemos a la casa. Los carajillos brincan como venaditos, las doñas caminan como en pasarela, hasta los borrachos adoptan poses más aristocráticas.
Todos coincidimos en que el nuevo parque le dio una nueva cara al Coco, y también todos coincidimos en que la falta alguito más. También coincidimos en que en este país sí se pueden hacer las cosas, la Municipalidad sí tiene el dinero para limpiar el bulevar, sí se puede trabajar los domingos, sí se pueden terminar los trabajos a tiempo, porqué putas necesitamos que venga la Presidenta para poder darle una cara decente al Coco? Acaso en la Municipalidad de Carrillo no les da la jupa para ver que en la playa y el turismo sostenible está el futuro de sus ingresos? Sí se puede cuando se quiere y se agarran los güevos. Porque ya todos vimos: plata hay.
Señor alcalde: qué espera? Este parque no debe parar ahí, hay que POTENCIAR las ventajas de un lugar como Playas del Coco, no sólo porque le va a dar más plata sino porque desde aquí lo apoyaremos y si hay que perpetuarlo en la muni, pues lo reelegimos, pero hágase el favor de invertir donde pueda cosechar, esto va que le suena la chaqueta, mire el aeropuerto de Liberia, mire a los Castañeda, no abandone a los Daniel Barrera, apoye a las doñas Lorenza y dele una mano a los don Alcides….haga su trabajo, quite a los que estorban, dele más poder a don Roger con su maquinaria, póngase las pilas, carajo!! Esta Municipalidad debe ser precursora del desarrollo parejo y sostenible, de un nuevo Guanacaste, no queremos condominios donde no hay alma, no queremos palmeras importadas, queremos que llueva y que todos nos mojemos.

Volviendo al parque, podríamos hacer un pequeño recuento de las cosas buenas del parque y de las cosas que faltan por ¨potenciar¨.
COSAS BUENAS:
1. Hace tres años los hermanos Castañeda vivían de las migajas, pueden leer el artículo que les dediqué haciendo click aquí. Hoy, los Castañeda bailan en una uña y están haciendo el güevo todos los días.
2. Hay más deporte: la cancha de básquet pasa full, la cancha de volibol está sabrosa todas las tardes y volvimos a vivir el volibol que todos los treintones y cuarentones jugábamos frente a la disco.
3. Los atardeceres y las islas Pelonas, el Centinela, todo se ve más bonito. Todas las tardes al sol y las nubes radiantes les toman como mil quinicientas fotos. No tenemos nada qué envidiarle a La Fortuna y su Arenal. Nosotros tenemos las tardes en el parque.
4. Los más güilas salen a patinar y todo es sabor.
5. Los que tienen perros salen a darles una vuelta, ayer conté cuatrocientos veintitrés perros.
6. El parque ha potenciado la unión familiar, ahora a las doñitas las sacan al parque a orearse y todos es paz y amor.

QUÉ FALTA?
1. Un play.
2. Un área exclusiva para skate.
3. Más basureros.
4. Duchas.
5. Baños sanitarios.
6. Más pollos.
7. El muelle.
8. Pequeños kioscos para gente local: que vendan aguas, refrescos, frutas.
9. Un programa de limpieza diaria y mantenimiento.
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...como dice la canción de Héroes del Silencio: Todo arde si le aplicas la chispa adecuada...
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miércoles, junio 15, 2011

Los planos del ingeniero

MARIO -Aló! Hablo a la municipalidad de Filadelfia?
UNA VIEJA EN LA MUNI-Sí. Con quién quiere hablar?
MARIO -Es que quiero ver cómo me llegó una carta que dice que van a demolerme una construcción.
LA VIEJA DE LA MUNI -Ah, eso es con Doña Chori, si quiere se la paso…..
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MARIO-Aló, doña Chori?
DOÑA CHORI -Sí? Qué necesita?
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Al cabo de un par de minutos le da una cita a Mario para el siguiente día a las 9 de la mañana.
Mario llegó puntual y la vió muy ocupada (al menos eso aparentaba), corriendo de un lado para el otro como la leona del Bolívar, después de media hora de espera por fin Doña Chori lo atiende.
MARIO- Vea, doña Chori, me dijeron que usted me puede ayudar, es que yo hice este arreglito en mi casa y ahora me lo quiere botar la municipalidad. Qué puedo hacer?
Doña Chori pone cara seria y rebusca entre los archivos, coge cualquier carpeta y parece estudiarla por unos segundos, dice:
DOÑA CHORI -Ajá, parece que usted en esa construcción no sacó los permisos.
MARIO -Pero es sólo una pequeña terracita, apenas para guindar la jaula de la lora.
DOÑA CHORI -Lo único que le puedo decir es que vaya donde este ingeniero (apunta dirección y teléfonos), él le puede ayudar. Vea es mi esposo, pero no se preocupe, él ya conoce de su caso..
MARIO- Muchísimas gracias doña Chori, usted es una persona muy buena. La próxima vez le traigo una bolsita de mamones del palo de mi casa.
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...Tres días después llega Mario donde el Ingeniero Chori:
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MARIO -señor ingeniero, cuánto me cuesta ese plano de la terracita?
INGENIERO CHORI -Bueno, tomando en cuenta que ya se hizo la obra y que en el 2012 se acaba el mundo y que el volcán Arenal se está tirando unos pedos….yo calculo que son unos….ochocientos mil colones.
MARIO - Ochocientos mil??? Pero si es apenas una terracita! Hace un par de semanas le pregunté a un arquitecto y me dijo que eran como treinta mil colones por hacerme ese plano.
INGENIERO CHORI -Bueno, vaya donde quiera y que tenga suerte.
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Seis meses, once días y catorce horas después, Mario no ha conseguido el aval de la municipalidad aunque presentó los nuevos planos y completó todos los formularios, incluyendo examen de orina, heces y malaria….si desea saber porqué le está pasando esto a don Mario y todavía sigue viajando a la muni a preguntar por su caso, simplemente haga click aquí.
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miércoles, mayo 18, 2011

La Disco

La Disco del Coco, como se le llamaba a la Discoteque Cocomar, fue un ícono de los ochentas, cuando Michael Jackson era negro y cuando la Avispa de La Banda nos salía hasta en la sopa, eran los años donde Travolta era doña toda, donde se valía bailar con extravagancia y casi nadie bailaba salsa, entrar a la disco era entrar al mundo moderno, el dj tenía una cápsula espacial y no se comunicaba con ningún mortal en toda la noche, ni siquiera se le podían pedir canciones, Trukis (q.e.p.d) era una celebridad a la altura de Crisitano Ronaldo o Tiger Woods. Esa cápsula no sé de dónde la trajeron, si fue idea de Alfonso Rojas o si fue una copia de algún club neoyorkino. Años después cuando remodelaron la disco la famosa cápsula fue a parar al taller de don Claudio donde Silvano le voló mazo hasta desaparecerla.
La disco del Coco era para nosotros los coqueños como la Torre Eiffel es para los parisinos, nadie se quedaba un sábado en la casa, ni así fuera evangélico o musulmán, muchas veces teníamos que esperar que le roncara el culo a Trukis y abriera la disco, a veces llegaba hasta las 9 de la noche y la fila para entrar era larguísima. Trukis llegaba en su Jeep descapotado, camisa hawaiiana y peinado a lo Elvis, sólo verlo llegar y la gente hervía en adrenalina, pues la fiesta ya era un hecho. A veces la gente llegaba a aplaudir cuando Trukis al fin llegaba y la desesperación se convertía en esperanza, el gurú del placer llegó y no parará la diversión hasta las 2 de la mañana. Eran los años en que todos los coqueños admirábamos a Yaco, ese mae era la reencarnación de Bobby Farrell, lo máximo que parió el Barrio San Martín y sus pasos endiablados y el juego de manos de Yaco simplemente nos daban envidia. Ulises era el dueño de la noche, el atrapa-extranjeras, era uno de los pocos coqueños que hablaba inglés y su porte de Porfirio Rubirosa era una verdadera bomba para las machas noruegas, holandesas, alemanas o gringas. Me acuerdo de Lisset Acevedo y María Angulo que nunca paraban de bailar, yo siempre bailaba con ellas, pues era la forma sana de que ellas mataran la fiebre y yo mi timidez a la pista.
Cuando tuve mi primera novia recuerdo haber bailado Beat It bajo las luces blancas de la esfera de cristal de Trukis, después de la música disco venía el set de las románticas y todos quedábamos en oscuranas. Qué momento! Qué sabor! Hasta me alegraba de respirar los vapores dejados en la pista por el montón de cartagos y extranjeros. Después iba a la barra a pedir una Lift con bastante hielo.
No existían los celulares, ni las computadoras personales, ni crack, ni cocaína, pero mientras existiera ¨la disco¨ no nos importaba cuántos tsunamis podrían ahogarnos.. Cada vez que se acercaban las dos de la mañana ya presentía que Trukis iba a sonar su canción del cierre: el tema de la película Odisea Espacial 2001, no sé porqué escogió este tema para cerrar una noche de lujuria y sudores, pero siempre que la escucho me da una nostalgia salvaje. Trukis con esto decía: se acabó la disco por hoy, todo mundo va jalando!! Y así terminaba una noche más en la disco y otra vez esperar a que el sábado apareciera Trukis con su Jeep y su camisa hawaiiana para ponernos a soñar.
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Usted tiene algo qué decir de la disco? Dígalo aquí..
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miércoles, abril 06, 2011

Ni pa´lante, ni pa´trás.

Qué pasa con el Coco que no resurge? Porqué no tenemos Bandera Azul Ecológica? Porqué no hay inversión en infraestructura? Porqué hay tantos robos? Porqué hay tanta droga? Porqué? Porqué?
Si para el proyectito de los baños públicos para los comehuevos un jueputa se robó la plata, así como quien se roba una gallina, sin una mínima señal de vergüenza. Y lo peor: sin una mínima señal de control de la plata del pueblo.
Si la municipalidad no ejecuta ni la mitad de su presupuesto para obras públicas.
En este documento pueden leer cómo la falta de planificación y la falta de cerebro en la muni de Filadelfia son más malas que el dengue en octubre.
Dice un informe de la Contraloría de la República (aquí pueden leer el puto informe): ¨En el proceso de contratación administrativa de tres obras, se determinó que se efectuaron, previo a su inicio, adelantos en efectivo a los contratistas por un 50% del monto adjudicado, aprobados al suscribirse el contrato entre el Alcalde y el adjudicatario.¨

Fuente: Unidad de Proveeduría de la Municipalidad de Carrillo:
(aquí pueden leer la cagada completa)
¨En el primer caso, relacionado con la construcción y reparación de los baños públicos en Playas del Coco, las especificaciones técnicas establecidas en el cartel de la licitación, fueron formuladas por un ingeniero contratado por la municipalidad para tales fines. Posterior al inicio de la ejecución del contrato, con base en un criterio dado por la entonces Ingeniera Municipal, se señaló que el inmueble donde se tenían que realizar las obras carecía de las dimensiones requeridas para el perfil del proyecto, lo que motivó a la municipalidad a paralizar los trabajos. Ante esta situación, el contratista no devolvió la suma adelantada, argumentando que asumió costos por demoler la antigua estructura, cuyo costo a su juicio fue superior a esa suma. Dicha actividad de demolición no estaba prevista como parte de las obras contratadas previstas en el cartel ni en el contrato.¨
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domingo, febrero 06, 2011

El muelle.


Los muelles tienen un aura entremezclada de misterio, inspiración, melancolía, protagonista de amores y desamores, esperas sin fin, lugar para meditar mientras cae la tarde o lugar para enrolar en las noches de verano, el muelle puede ser el punto de encuentro de dos almas que se besarán como dos anormales, esas cosas tienen los muelles, son como espaveles viejos que queremos trepar y si es posible vivir en ellos. Ese encanto raro tenía el muelle del Coco. Yo sí le saqué provecho durante muchos años: de güila me la pasaba pescando ¨ratones¨,¨roncadores¨ y ¨frijoles¨ que luego mi mamá me los freía en manteca, más de una vez me saqué un ¨colmillón¨ y corría a vendérselo a mi tata. Me acuerdo del chino Mo con el balde hasta la jeta de roncadores para llevarle a sus gatos, era el único que usaba caña de pescar, todos los demás utilizábamos un tarro de lata para arrollar la cuerda. Me acuerdo de Doña Gloria y su estilo casi poético de jalar la cuerda, mientras Don Claudio la observaba desde el Casino con un café y un cigarro.
En el muelle viví cosas y experiencias que me marcaron muchos años: ahí fue donde por primera vez le ví los pelos a una mujer, qué cosa más excitante, nunca había estado tan cerca, casi se los tocaba, me marcó mi vida sexual en solitario durante varias semanas, yo diría meses. En el muelle lanceaba o esperaba a la chiquilla que se acercaba y en cada paso traqueaba una tabla y eso para mí era como música de marimbas. Ahí fue donde por primera vez besé a una mujer con un piercing en la lengua, qué vara más rara, ni siquiera en tele había visto semejante castigo a la lengua. Una vez estaba pulseando una gringuita y fuimos al muelle con sus amigos, al rato de estar sentados empezaron a fumar mariguana, por dicha estaba haciendo viento y me puse contra corriente para no hornearme, o no recuerdo si me pijió el olor, sólo sé que esa vara huele a diablo. Me ofrecieron un jalón, nunca, jamás me habían ofrecido esa vara, yo me imaginaba todo pijiado corriendo chingo por todo el muelle o clavándome de jupa en la pura arena…chanfle, mejor sigan ustedes en lo suyo, me dije por dentro, que a mí lo que me interesa es la gringuita. Fue esa noche cuando estuve lo más cerca de un puro y la verdad no me pareció nada del otro mundo, pero qué mierda para oler tan feo!
El muelle también tuvo cosas no tan graciosas, más de una vez ví a un desgraciado quebrarse los dientes por clavarse en seco, dicen que un doctor de Liberia quedó cuadrapléjico y que alguien subió borracho a caballo y fue a dar al agua con todo y ruco. Más de un baboso en las noches oscuras pasaba caminando y no veía cuando terminaba la última tabla, cuando la marea secaba la caída era casi mortal.
Veía a los demás carajillos hacerse clavados espectaculares y yo con la adrenalina al tope me agarraba de las barandas, empecé a probar tirándome de pie desde una pequeña altura y poco a poco fui venciendo el miedo, pero nunca me tiré de espaldas al agua o parado de la baranda, mucho menos haciendo cabriolas, la escena del doctor en silla de ruedas me hacía tirarme con precaución. Nunca faltaban los comehuevos remojando a los que no se estaban bañando, con las bolsas de las pantalonetas guindando por fuera.
Cuando la marea bajaba los troncos del muelle se convertían en el marco de portería perfecto para jugar ¨ligas¨ o ¨partido loco¨, a veces llegaba Comenegro a atajar tiros libres y era todo un espectáculo verlo volar atrapando balones.
El muelle era diversión. Era pasión. Era la esencia del Coco.

Entre el muelle, la disco y las tardes de voleibol viví los veranos dorados en el Coco, pero la disco es otra historia para contar.

miércoles, enero 05, 2011

Coco-San José en tiempos de la guerra fría

Los viajes a San José del Coco y viceversa siempre tuvieron un aire místico y lleno de adrenalina que siempre recordaremos los que nacimos antes de 1980, los que nacieron después de ese año seguro viajaron, pero no se acuerdan de nada.
Llegar a la parada del Pulmitan en San José un viernes o un sábado en la mañana era un milagro encontrar un asiento para el Coco, había que tener la precaución de comprarlo un par de días antes en temporada baja y por lo menos seis días antes en época de verano. Nunca existió el aire acondicionado, se hacía parada en Alajuela, en el aeropuerto, Esparza, Cañas, Bagaces, Liberia, Sardinal y cada vez que algún idiota le hiciera señales pensando que era el bus de Upala. Por supuesto, la más emocionante era pasar cerquita del aeropuerto y admirar los avionzotes que sólo se veían en televisión. Eran casi seis horas de volar espalda y culo, el trayecto se hacía más largo cuando llegábamos a Bagaces: qué putas hace en Bagaces un bus que viene de Chepe y va para el Coco? Odiaba Bagaces sobre todas las cosas.
La parada obligatoria en Esparza era como llegar al cielo, todos veníamos reventados, bajábamos como si nos acabaran de apalear y con la vejiga en su nivel máximo de tolerancia. ¨Tienen 15 minutos¨ gritaba el chofer. O sea, corran a cagar y a mear, cabrones, y si pueden comer algo es porque tienen mucha suerte. Eso lo sabían los vendedores de sánguches que ya tenían preparado los de carne y los de queso, los pasaban por una plancha caliente y sabían a gloria. Nunca faltaba alguien que se quedaba pegado en el baño o el mae que venía de goma y se volvió a jumar en 15 minutos y había que esperarlo sí o sí. Cambronero era la parte más emocionante, las curvas y cuestas nos ponían los nervios de punta, así como el viento frío de San Ramón, era la hora de sacar la yaquetcita y cerrar ventanas para evitar un mal aire. Yo siempre me apretaba la nariz y soplaba fuerte para descompresionarme cuando íbamos subiendo. Los que estaban ralitos de la panza empezaban a llamar a Hugo, los chiquitos de brazos ya se obstinaban y empezaban a llorar como descosidos. Era la hora pico del viaje.

Del Coco salía un bus para San José a las 9 y 15 de la mañana, jamás entendí porqué a esa hora y no a las 10 o a las 9 de la mañana, o las 9 y media. Eran dos buses y dos choferes perfectamente definidos. De San José salía a las diez en punto, si los dos hacían el mismo recorrido cuál era el misterio? Todos conjeturábamos que el bus del Negro era más rápido que el de Placentino, de hecho así era y el Negro sentía un orgullo bestial por su bus, eran nacidos y fabricados el uno para el otro.


El Negro era malencarado e impopular, pero era un choferazo, muchos escogíamos viajar con él porque sentíamos el camino más corto y también más seguro, pues nadie hablaba con el Negro, todos le teníamos miedo. En realidad, él se cubría de seriedad para tapar la timidez. Mientras que Placentino volaba lengua desde el parque del Coco hasta que llegábamos a la parada de la Coca Cola en San José.
Los viejos como yo nunca olvidarán a Placentino y su bus marca Blue Bird con los asientos más duros que esa compañía o cualquiera otra hayan creado. Las viejas adoraban a Placentino, tal vez sus orejas de ternera tenían algún atractivo sexual que nunca descifré, pero siempre el flaco Placentino tenía un café caliente cuando llegaba a Sardinal como a las 3 de la tarde, antes en Alajuela lo esperaba un fresco de chan. Placentino además de pasajeros y maletas traía en su bus unas cantidades industriales de pan baguette de la no menos famosa panadería La Selecta, venían en sacos de manta que a partir de Liberia se desgranaban hasta quedar vacíos por calles, barrios y pueblos, el baguette de Placentino lo esperaban religiosamente, pero en Sardinal se armaba siempre un bochinche entre viejas que peleaban el pan y el cariño del chofer. Placentino era como Jesús repartiendo comunión. Placentino tenía enterrada a su mamá en el cementerio de Cañas, por eso se le toleraba que el Día de la Madre, Navidad o cumpleaños se bajara del bus y se dirigiera a la tumba a dejarle flores. Los turistas extranjeros se quedaban con las charolas peladas y sin saber qué pasaba, pues nadie en ese tiempo hablaba inglés. Pero el que sí me hacía llorar era el Negro cada vez que llegaba a Liberia se montaban tres hermosas negritas de 4,5 y 6 añitos a saludarlo y desearle buen viaje todas cantando en coro ¨Papito lindo, precioso, te queremos mucho,…¨no sé porqué esas palabritas nunca se me borraron de la mente, era una canción que ellas arreglaron para que los pasajeros sufriéramos de alegría después de cinco horas de suplicio y olores a vómitos.
Cuando al fin terminaba la travesía nos bajábamos con la cintura partida y los riñones despedazados, pero felices de llegar sanos y salvos, era como llegar a otro país.
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