...la increíble transformación de un pueblo de pescadores que ahora son jardineros y sus mujeres amas de llaves en las casas de los que compraron sus tierras y sus esperanzas.
Otro fin de año en el Coco. Otro despiche que nació, creció y murió a las 6 de la mañana del primero de enero. El Coco rugió como los grandes otra vez. Y la policía y el tránsito? A la mierda todos!! La fiesta se respeta, carajo! . .