martes, agosto 31, 2010

Sardinal necesita a un Carlos Pizarro

Elegir otro alcalde de Filadelfia es un acto de masoquismo puro. Para ser alcalde de este peregrino cantón se necesitan cerca de 2,500 votos solamente, no están pegados al cielo, pero llevar toda esa gente a votar es como amansar una manada de zanates. A don Carlos Pizarro le da miedo mencionar su nombre y decir que Sardinal es Sardinal, que se merece tener un alcalde, que ya es hora de elegir a alguien de aquí, le da miedo que lo tilden de separatista por decir eso, y qué? Esos pinches 2,500 votos los recoge en Sardinal, El Coco, Panamá, Artola, Colón, San Blas y Las Huacas. Ellos sí conocen a don Carlos Pizarro y saben que la pulsea, que no es un mojigato, no les interesa si tiene Facebook, lo que sí les interesa es que el próximo alcalde sea de Sardinal. No más alcaldes filadelfinos o de Belén, lugares que nadie conoce.
Yo no veo a don Carlos Pizarro como un super alcalde, lo veo más bien como el vecino que conoce nuestra historia y la verdadera idiosincrasia del distrito de Sardinal, lo veo como el primer alcalde sardinaleño que va a llegar en el momento justo de arrancar con el mentado fideicomiso del acueducto, será Sardinal y sólo Sardinal quien decida darle agua a los desarrollos de la costa y será un alcalde sardinaleño el que tenga que convencer a su propia gente de que sin ese proyecto nos moriremos todos de hambre, al menos eso dicen un montón de pitonisos.
Pero para qué realmente necesitamos un alcalde de Sardinal? Ya todos sabemos que si Sardinal fuera un cantón, en pocos años estaría manejando uno de los presupuestos más jugosos del país y estaría a sólo 5 minutos del Coco. Muy posiblemente agradecerían a los negocios turísticos, pesqueros y de servicios sus impuestos municipales e invertirían en infraestructura como Dios manda. Esto suena a división cantonal, y qué? De qué nos sirve la Municipalidad de Filadelfia? Es más: para qué nos sirve Filadelfia? Las únicas veces que yo voy a Siete Cueros es para pagar la recolección de basura o para ver morbosamente las inundaciones del Bambú. Pero no se trata de hacer otro cantón, con la plata que nos chupa Filadelfia basta y sobra.
Sólo faltan 2,499 votos, pues ya el mío está decidido. A mí qué me importa que digan que este blog se hizo politiquero, lo peor es que ni Carlos Pizarro sabe que este blog existe, pero estoy seguro que si me ve a la cara me va a saludar porque sabe de quién soy hijo y quién era mi abuela. Ese cabrón es al que yo quiero de alcalde!!
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