martes, mayo 30, 2006

Nos están sacando

Al fin le tocó el turno al Coco, primero fue Flamingo (hasta el nombre le cambiaron, se llamaba muy orgullosamente Playa Blanca), después fue Tamarindo. Al Coco llegaban los pelaos, los que con la mochila al hombro se cansaban de caminar y armaban el chinchorro, se acuerdan de Rick? Al rato era mejor así, con la gente revuelta y las pulperías con sus melcochas. Pero a todo le llega su hora. Ahora ya el que vende sabe que tiene que jalar mínimo a San Blas o Artola , y sabiendo que la platilla que agarró apenas sale raspando, porque los sanblaseños y artoleños como muy majes no son. Entonces como aprendimos que también en esos pueblos están globalizados con los precios, cuando llega un gringuito y pregunta por el solar, le inflamos tanto el precio que mejor éste se va para San Blas. Las ventajas de vender caro es que somos millonarios al fin, que el gerente del banco se para y nos da la mano, que tenemos el celular más caro y por supuesto un 4X4 del año, que saludamos a los amigos con menos esfuerzo (sólo movemos levemente la muñeca con los dedos estirados), que nos dicen Don o Doña más el nombre de pila completo, los niños más grandes tienen derecho a un cuadraciclo, los grandotes otro carro, más el carro del cónyuge. Algunas desventajas: si guardamos la plata (o lo que queda de ella) en el banco nos pagan muy bajos intereses, si no compramos tierra inmediatamente no estamos en nada (hay que comprar aunque se pague al doble o triple o diez veces más de lo que vendimos), no crea que exagero, es así. Otra desventaja de ser millonario en el Coco es que no podés salir a los bares, si no invitás sos un comemierda, si invitás una ronda sos un agarrado.
Yo por eso no vendo y también porque no tengo nada qué vender, la verdad quiero ser millonario y si alguien me dice que me regala tierra no la voy a aceptar (a menos que esté inscrita). Muchas gracias.