viernes, enero 18, 2008

La masa de las tortillas



Mientras el señor Smith se remoja los talones con una Pilsen en la mano, mirando al fondo azul de su piscina está lejos de saber que al otro lado doña Lorenza no tiene agua para remojar la masa de las tortillas del desayuno de nueve paisas que trabajan en el condominio vecino. El míster está lejos de conocer que al mismo tiempo que desbaratan las calles que ha costado verlas pavimentadas otros se frotan las manos con el cachimbazo de plata que le generarán sus proyectos gracias al "convenio".
Según Melvin Vásquez, Presidente de la Asociación de Desarrollo de Sardinal, se pretende traer desde su pueblo el agua para los grandes proyectos del Coco, Ocotal y Playa Hermosa, mediante un convenio que nadie entiende entre Coco Water y Acueductos y Alcantarillados. Los sardinaleños, dice, no se oponen al desarrollo pero no están dispuestos a dejar a sus futuras generaciones sin agua.
De entrada, Coco Water solicitó cerca de ocho mil pajas de agua que cobrarán a tres mil dólares cada una, ese dinero será para ellos y nadie más. Y qué gana Sardinal con esto? De momento les prometieron llevarle el servicio al caserío El Carpintero y otros barrios. "Es un convenio que nos puede joder", reconoce humildemente Melvin y agrega que un gringo donó la tierra donde hicieron cuatro pozos, pero que no hay papeles, tiene miedo que los abogados de Coco Water los enreden, tiene miedo que lo tilden de irresponsable por detener el desarrollo o por vender los acuíferos, montado en su bicicleta le digo a Melvin: “ahorita te van a ofrecer un carro para que no les estorbés”.
Si por cada cuatro condominios hacen una piscina y por cada residencia otra piscina, estamos hablando de miles de piscinas como las del señor Smith. Habrá agua pa´tanto?

Los pozos del Coco comienzan a jalar agua salada, esto se convertirá en emergencia, el Coco necesita de Sardinal, pero esa tubería no corre hacia el pueblo, la vemos pasar directo a Ocotal, a Las Palmas y al proyecto Pacifico. No la vemos meterse a Los Canales o a Las Palomas. Esa tubería corre como sabanera entre el jaragua para llegar a su destino, cualquier destino que no sea el pueblo, es lo que piensa doña Lorenza, rezando porque el chorrito alcance para enjuagar los trastes que usará en el almuerzo.